El Mito de las "Supermujeres"

Hoy 8 de Marzo se celebra, un año más, el Día de la Mujer. Como presidenta de una Asociación que lucha por los derechos de las madres me pregunto qué hace la política por la Maternidad, como tema en cuestión, entre los muchos que nos afectan a las mujeres. Tal vez es necesario cambiar la perspectiva y pensar en la Maternidad como expresión del bien común en la vida política, social y cultural de nuestro país.

En generaciones pasadas muchas madres tuvieron que luchar por aspirar a una formación cualificada y acceder a un trabajo digno en un mundo dominado por el hombre. En eso consistió su liberación femenina y ganaron esta batalla por todas. Por ello os estamos profundamente agradecidas! 

Hoy, sin embargo, muchas de las hijas de esas mujeres se plantean dejar el trabajo para poder criar a sus bebés desde el apego seguro. Podemos pasar "por la maternidad de puntillas", como una simple cuestión de crecimiento y supervivencia de nuestros hij@s, o hacerlo de manera consciente y profunda. La sociedad debería dar la importancia que se merece a la crianza porque los niños de hoy serán de nuevo los ciudadanos de mañana y, en la atención y caricias que reciben en sus primeros meses se fragua una buena parte de su personalidad y su carácter, sin olvidar que el tipo de relación con su madre como figura de apego primaria marcará su manera de relacionarse con el mundo el resto de su vida. La conciliación familiar debería de ser una cuestión de estado y en ella está la clave de hacia dónde quiere evolucionar nuestra sociedad. ¿Qué tipo de ciudadanos queremos, inseguros, obedientes y conformistas o rebeldes, seguros y luchadores? Ahora que tanto se habla de políticas del cambio ... ¿está preparada la sociedad para empoderarse y asumir cambios reales?

A las mujeres del último cuarto de siglo nos vendieron tal vez un falso feminismo de supermujeres, un falso mito que llevamos cargando en nuestra espalda en forma de una pesada mochila llena culpa constante ... en el trabajo pensando en nuestros hijos y en casa presionadas por la competitividad que hoy en día supone cualquier puesto de trabajo. Quizás no nos engañaron, quizás nos engañamos nosotras mismas con un sueño feminista que se ha convertido en doble trabajo y doble esfuerzo. ¿Este es el resultado de la lucha por la igualdad? A lo mejor es que no somos iguales, a lo mejor en nuestro esfuerzo por defendernos y dignificarnos nos olvidamos de algo fundamental que marca la diferencia y que es la esencia misma de la feminidad, esa fuerza mágica, ese don de generar vida que nos diferencia de los hombres. Esperemos que algún día no muy lejano consigamos alcanzar el equilibrio que nos merecemos.

Feliz Día Mujeres!!

Elena Guillén (Presidenta Mamás que Miman)